Así se titula una de las numerosas obras de Agatha Christie, reina del misterio. Pero no es de ella de quien voy a hablar. 

Pero sí me quedo con ese título: TELÓN.

Después de siete años como auxiliar administrativa y, ocasionalmente,  cuentacuentos en el instituto, me voy. Cae el telón.

Me jubilo. Sin acento. Llana. 
Y con acento, mi júbilo. Esdrújula.

Júbilo con tilde porque podré disponer de mi tiempo y dedicarme a mis aficiones.

Han sido años preciosos de colaboración en todas las actividades a las que he sido invitada en nuestro Instituto. 

Años de ver niños y niñas que curso tras curso por los pasillos me saludaban. «¡Hola, Victoria!». «¿Cuándo vas a contarnos más cuentos?»

Pero todo tiene su fin, y el mío, como Personal de Administración del IES, terminó…

Y tal como cae la silla estrepitosamente al final del cuento de Allan Poe «El corazón delator», cae el telón de mi paso por el Miguel Romero Esteo.

Pero…

¡Ay romeritos!!! ¿Cuándo he acabado yo mis cuentos de forma triste???

Todos mis cuentos tienen que dejar un buen recuerdo… y este relato real, no podía ser menos.

Chicos, chicas, profesoras, profesores….se sube el telón!!! 

Si ustedes así lo quieren, y el tiempo no lo impide…

¡¡¡Nos vemos en el próximo cuento!!!!!!

Y colorín colorados…. besos para todos, ¡¡pero enmascarillados!!

Mª Victoria Cereto Bescós
Málaga, confinamiento 2020.