Con motivo de la efemérides del 8 de marzo, la profesora de Lengua Castellana y Literatura Ángeles Guerrero Tenorio seleccionó y expuso en el panel de la biblioteca una antología de cuatro poemas acompañados por cuatro ilustraciones realizadas por su alumna del segundo curso de Formación Profesional Básica Zarah Martín Pedresqui. Los dibujos son interpretaciones originales que Zarah hizo del mensaje comprometido y solidario que expresaban los versos de Abraham Guerrero Tenorio (reciente Premio Adonáis), Rosa Berbel, Maram Al-Masri y Gioconda Belli.
La exposición quedó completada con un dibujo de la alumna de 1º de ESO A María Cano, que ilustró un poema de la poeta granadina Erika Martínez.
Aquí os ofrecemos algunas imágenes de la actividad.
ABRAHAM GUERRERO TENORIO (Arcos de la Frontera, 1987) MUJERES CANSADAS Las vemos en las plazas, en el supermercado, en las aceras, en los hospitales. Arrastran en los ojos el zumo avinagrado de los años, el peso insoportable del silencio. Son mujeres cansadas de ser tan solo madres, de cremas antiarrugas, de anuncios de compresas, de maridos que roncan, de partidos de fútbol, de la pornografía, de fumar ciegamente, de tomar ansiolíticos, de pensar en secreto, de llorar en secreto, de temer a lo oscuro, de luces a deshoras, de que Amor signifique que les tapen la boca unas manos violentas.
MARAM AL-MASRI (Latakia, 1962) ME DISUELVO EN LAS MUJERES Me disuelvo en las mujeres desaparezco para ser cada una de ellas veo mi mirada en esta mi risa en los labios de aquella mis lágrimas asoman a sus ojos y por sus cuerpos circula mi alma se parecen a mí y yo a ellas en ellas me reconozco en ellas me completo y me divido.
ROSA BERBEL (Estepa, 1997) DESEO Mira: tu deseo cuelga del trapecio Adam Zagajewski Niña que no reconoce su cuerpo comienza a sentir cosas algo extrañas: hormigueo, mal carácter, un intenso dolor en los dos pechos. Empieza a estar celosa y afilada, por los cuerpos ligeros de otras niñas, por su pelo sedoso, por la noventa c que guardan en cajones. Es demasiado pronto para hablar del amor aunque ella sabe ya qué es lo que busca y adónde irá a buscarlo: un amor que se llame asimetría, y que dure lo justo para ser consumido sin reparos. Niña que no reconoce su cuerpo observa con vergüenza, frota con agua fría las diferentes manchas de su ropa. Desde el trapecio el hambre tiene la forma simple de unas bragas. El futuro en los posos de colores de las niñas que sangran como niñas.
GIOCONDA BELLI (Managua, 1948) Y DIOS ME HIZO MUJER Y Dios me hizo mujer, de pelo largo, ojos, nariz y boca de mujer. Con curvas y pliegues y suaves hondonadas y me cavó por dentro, me hizo un taller de seres humanos. Tejió delicadamente mis nervios y balanceó con cuidado el número de mis hormonas. Compuso mi sangre y me inyectó con ella para que irrigara todo mi cuerpo; nacieron así las ideas, los sueños, el instinto. Todo lo que creó suavemente a martillazos de soplidos y taladrazos de amor, las mil y una cosas que me hacen mujer todos los días por las que me levanto orgullosa todas las mañanas y bendigo mi sexo.